miércoles, 23 de septiembre de 2015

PALACIO SAN JOSÉ, en Entre Ríos

Vista aérea - Del libro de Luis A. Cerrudo

Con el afán de conocer cosas que nos enriquezcan el espíritu, en septiembre de 2013, en un viaje familiar llegamos al legendario palacio que mandara construir Don Justo José de Urquiza, y que representa en sí, todo un símbolo de una época y una Argentina incipiente, y que para “el caudillo” era fundamental: “su casa debía impactar, sugerir a todos que allí residía la concentración del poder”. (Toller – Londero, Clarín).
La construcción se encuentra sobre la Ruta Provincial 39 (desvío al norte 3 km por acceso Dubini, según rezan las gacetillas), en Caseros, Dpto. de Uruguay, provincia de Entre Ríos, a unos 30/35 km de la ciudad de Concepción del Uruguay y en vecindades del río Gualeguaychú, enmarcada en un parque de 40 hectáreas,
Originalmente, en 1848 cuando los inicios de la construcción (que sería la casa particular y casco del establecimiento agrícola-ganadero), la estancia contaba con 78000 hectáreas, y es menester ubicarse en tiempo y espacio para razonar que esa monumental edificación para la época, se levantó en medio del monte cerrado y con muy escasa vías de comunicación. Toda una demostración de empeño y tenacidad.
Planta del complejo edilicio
Trazó los planos y ejerció la dirección de obra en los comienzos -desde los cimientos, como quien dice-,  el constructor Jacinto Dellepiane, que abordó la primera etapa, o sea el cuerpo de la casa familiar; la segunda etapa corrió a cargo del arquitecto italiano Pedro Fossati, quien en primera instancia había estado encargado del diseño y construcción de la capilla.
A diez años de iniciada la construcción del Palacio, Urquiza “…lo inauguró con fasto y orgullo en 1858” (Luis Nuñez – Rev. La Nación).
La primera construcción, cuyo frente -coronado por dos miradores- da al este, hacia el camino que comunica con Concepción del Uruguay, y se compone de siete (7) grandes arcadas, se desarrolla en torno del llamado “Patio de Honor”, al que dan quince (15) de las diecinueve (19) habitaciones que la componen, las que a su vez se comunican todas internamente, y este cuerpo, que puede ser llamado el principal, corresponde a la vida de la familia.
El segundo cuerpo, que se desarrolla en torno del llamado “Patio del Parral” y se compone de diecinueve (19) habitaciones, está destinado al personal de servicio, despensa, cocina, habitación para la máquina productora de gas de carburo que iluminaba la casa; letrinas, y la sala dedicada a la administración de la estancia.
Los muros del primer cuerpo se construyeron con grandes ladrillos asentados en barro,
en cambio para la mampostería del segundo cuerpo se utilizó la cal. En los lados del patio de este cuerpo se desarrolla el rico enrejado que sostiene el parral que da nombre al sitio; dicho trabajo de herrería, al igual que las pajareras del Parque Exótico (al frente del Palacio) fueron obra del herrero Tomás Benvenuto.
En los jardines de la parte posterior (por donde actualmente se inicia el recorrido de la casa), sobre el costado norte se encuentra la Capilla u Oratorio de San José, para la cual Urquiza, en 1851, obtuvo una licencia del Vaticano; su edificación comenzó en 1857 y en marzo de 1859 fue bendecida por Monseñor Marini. Su planta es de forma octogonal y las pinturas murales de las paredes y la bóveda central, son obra del pintor uruguayo Juan Manuel Blanes. La obra edilicia lleva el sello de Pedro Fossati.
Sala de Recepción - del libro de Luis A. Cerrudo 
No podemos pasar por alto que en la parte inferior del altar mayor, el ojo avispado, puede reconocer fácilmente varios símbolos masónicos, y esto no es de extrañar, ya que Don Justo se había incorporado en 1847 en Concepción del Uruguay, a la Logia Jorge Washington, “orientada a favor de los movimientos independentistas americanos” (Hugo Bauzá – ADN Cultura). Del mismo modo, en el frente del Palacio, sobre la galería de las siete arcadas, se desarrolla un friso (cuyo autor se ignora), el que según el investigador Héctor Ciocchini, constituye “un discurso susceptible de ser leído como un jeroglífico…”, con un mensaje íntimamente vinculado con la masonería y la concepción de la política y el Estado, tal lo entendía Urquiza.
Entrada posterior - Del libro de L. A. Cerrudo
Culminando la fastuosa empresa edilicia, manteniendo un eje central con las edificaciones, a relativa distancia del Patio Posterior que flanquean las cocheras y la Capilla, se construyó un lago artificial de 180 x 120 metros con 5 de profundidad, con un paredón de 80 cms. de ancho que lo circundaba dando consistencia a sus lados, y que tenía dos muelles, contaba con un sistema de bombeo que extraía agua de una laguna vecina, que por medio de cañerías subterráneas se volcaba al lago para mantener un nivel acorde, que permitiera al pequeño barco a vapor llamado San Cipriano, navegar paseando a los visitantes del Palacio.
Al lugar se lo conocía como Parque del Lago, y es actualmente, único sitio del complejo, que no se encuentra restaurado.
En esta casa vivió el primer presidente constitucional de los argentinos durante dos décadas, hasta su asesinato el 11/04/1870, en su dormitorio, mientras que al mismo tiempo, en Concordia, eran muertos dos hijos, los coroneles Carmelo y Waldino.
Urquiza fue velado en Concepción del Uruguay, en la casa de su hija Ana, casada con Benjamín Victorica.
Viene a cuento mencionar que por Ley 12261 del 30/08/1935 se lo declaró Monumento Histórico Nacional, ordenándose en dicho acto la creación del Museo que hoy existe, y que fuera inaugurado el 13/08/1936.
Patio Posterior
Mucho habría para hablar, de su sistema de agua corriente, de las técnicas utilizadas para pintar frisos y columnas, de su cocina octogonal, del jardín exótico y del francés, de las pajareras y del palomar, de los muebles, de las pinturas de Blanes, etc. etc., pero por hoy acá cortamos.
A lo que vieron nuestros ojos y lo que oímos de boca del guía, hemos sumado las lecturas de “El día que fue muerto Urquiza”, por González Arrili en La Prensa (4/1970); “La mansión del patriarca”, por Luis Nuñez en Revista La Nación (9/08/1993); “Polémica por un Monumento Histórico”, por Verónica Toller y Oscar Londero en Clarín (11/10/2000); “El Asesinato de Urquiza”, por Araceli Bellota en El Federal (21/04/2005); “El Palacio San José” de Luis Á. Cerrudo (11/2010); “Los mensajes ocultos del Palacio San José”, por Hugo Bauzá en ADN Cultura (21/12/2012), y “El Palacio San José”, en Argentina, de Editorial Abril.
Para quienes se interesen en conocerlo puede comunicarse al TE (03442) 43-2620 o a palaciosanjose@infovia.com.ar, o bien escribien a CC 14 (CP. 3260) Concepción del Uruguay.
La denominación oficial es: Palacio San José – Museo y Monumento Histórico Nacional “Justo José de Urquiza”.
Realmente, un lugar para conocer y disfrutar.
Los primos Aldo Castagnasso y Carlos Raúl Risso,
en la entrada principal, en visita al Palacio el 28/09/2013 

La Plata, 1º de Febrero de 2014
(Publicado en Revista "De Mis Pagos" -digital- N° 50) 

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