miércoles, 12 de julio de 2017

CHARRÚA (Charla 4)

AM 1520 Radio Chascomús – Audición “CAMPO AFUERA”
Micro Nº 4 – 12/07/2017

Antes de salir “campo afuera” pa’ poder tender la vista mirando lejos, dende’l banco chueco en el que estoy sentao, vamos a ver si le arrimamos unas “astillas” al “Fogón de los Poetas”.

Si bien a Menvielle se lo apodó “el poeta del caballo”, “Charrúa” escribió muchísimo sobre el noble animal, compañero imprescindible e inseparable en la vida del hombre de campo, a raíz de eso, escribí un trabajo que titulé “El caballo en los versos de Charrúa”, que está incluido en mi libro “Cinco Poetas Gauchos” que apareció en 2014.
Allí pude agruparlos por pelajes, cualidades, condiciones, trabajos, cuadreras y tropillas. De una manera u otra siempre estuvo el caballo presente en la poesía de “Charrúa”; por eso será que en los versos con que ilustramos las charlas de los dos miércoles anteriores, el caballo ocupó un lugar de privilegio, ellos fueron “Carta Gaucha” (hablaba de un caballo en amanse), y “Mis Pingos”.
Si bien en mi entender el poeta sobresale cuando el verso no solo es campero desde el tema sino también desde el lenguaje, supo “Charrúa” escribir en el estilo, que a veces para hacernos entender denominamos “culto” -porque en ellos se respetan las normas del lenguaje español, aquel que tiene que ver  con lo que se enseña en la escuela), pero sí respeta la precisión de la cuestión criolla que relata o describe; por ejemplo: “Quiero allí un pingo alazán / que galope alto y tendido / que trote bien recogido / y que sea un huracán. / Que tenga, por si le están / ponderando su lindeza, / suelto juego de cabeza / para que luzcan las prendas, / y que haga jugar las riendas / con elegancia y limpieza”. Habrá notado el oyente, que ni siquiera un “pa´” utilizó el poeta, y sin embargo el verso es gauchito.
De sus cuatro libros, el primero -“Pampa y Cielo”-, al igual que el último -“Rastrilladas”-, son prácticamente inhallables. El que suele aparecer, quizás porque originalmente se hizo una gran tirada, es “Sentir lo Argentino”, el más voluminoso de todos.

En él hay una poesía que puede considerarse emblemática, pues su mensaje ejemplificador lo ha hecho propicio para dar un integral consejo criollo, y por eso fue tomado por muchos recitadores, para decirlo en ese momento en que se quieren gritar cuatro verdades. Su nombre? “Aprendan Muchachos”. Por supuesto vamos a dar la versión original tal cual apareció en el libro.
(El verso aludido se puede leer en el blog "Antología del Verso Campero")

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